Con Febrero tras los pasos y de cara a Semana Santa, Miramar prepara su paso a la temporada baja, en medio del comienzo de clases.
Luego de los altibajos de la temporada que no logró cubrir las expectativas de muchos prestadores de servicios, el segundo mes del año sumó las contingencias climáticas que no acompañaron al principal recurso turístico de la ciudad, pero que definitivamente le dio un espaldarazo a distintos sectores vinculados al entretenimiento que recogieron los frutos de un verano que termina con el ciclo lectivo que arranca muy temprano.
En suma, el verano que pasa deja muchas afirmaciones que, por lo que se ve, han sido capitalizadas por entes privados y oficiales para lograr revertir la situación y trabajar duramente para reforzar la próxima temporada y aumentar el flujo de turistas durante todo el año. Sobre este esquema, la Secretaría de Turismo local ha trazado una estrategia que pretende traccionar a los visitantes de la región durante los fines de semana y desde los primeros días del invierno seducir a los posibles veraneantes y reforzar la relación con quienes eligen a la ciudad de los niños de generación en generación.
De esta manera, los deberes comienzan en Semana Santa, que según plantean los comerciantes locales, es el momento más fuerte antes del receso invernal. Para este momento Miramar cuenta con atractivos en cuanto a espectáculos deportivos, con una carrera automovilística y por otro lado la tradicional paella de la Sociedad Española y las Escenas de la Redención.
Este espectáculo, que se lleva adelante por segundo año consecutivo, convoca a más de 150 actores en los escenarios naturales del Vivero Dunícola Florentino Ameghino. La puesta se lleva adelante todos los días de la semana y en ella se reviven los principales momentos en la vida de Cristo. Sin duda, el ámbito donde se desarrolla este evento es de gran sensibilidad, además porque en este bosque se encuentran otros atractivos como la gruta de Lourdes y el Cristo de la Hermandad.
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