Dos cuadras fueron pavimentadas a nuevo por y se le agregaron los correspondientes desagües.
El asfalto de la ciudad de Miramar se encuentra colapsado en varios sectores de la zona céntrica y también la periferia. Por eso desde el gobierno municipal se implementó un plan de obras tendiente a darle solución a la inmensa cantidad de baches y hasta algunos casos, “cráteres” que se observaban claramente dando una imagen de abandono.
Primeramente fue una cuadra céntrica de la calle 30 y durante los últimos dos meses y medio se realizó el hormigón de unos 200 metros sobre la calle 21 entre 24 y 28.
“La calle había sido hecha hace unos diez años y por diferentes circunstancias sufrió un deterioro importante que causaba molestias a los vecinos que transitaban allí diariamente. Era necesario culminar los trabajos antes del verano y por suerte lo hicimos”, declaró el secretario de Obras y Servicios Públicos, Ricardo Asiaín.
De igual manera se realizaron otras refacciones que no estaban previstas en cordones cuneta y algunas alcantarillas. “Había algunos desagües pero evidentemente no daban abasto. Eso sumado a la escasa pendiente, provocaba que se acumulara mucho agua los días de lluvia y con el correr del tiempo la carpeta asfáltica fuera cediendo”, aseguró.
La obra en su totalidad tuvo un costo de 220 mil pesos y los fondos fueron compartidos entre subsidios de provincia y presupuesto comunal.
La avenida Juan Chapar es otra de las arterias que pretende arreglarse antes de la cercana temporada estival. “Están avanzadas las gestiones ante provincia para conseguir el dinero que solvente los gastos y poder solucionar las roturas que hay sobre la pendiente de esa calle visiblemente destruida. Al ser pavimento negro es más rápido, con la supervisión un bacheo y por último el recapado”, manifestó.
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