El último fin de semana largo del año colma la ciudad de turistas y ofrece un panorama de la temporada que se aproxima.
A horas de la inauguración formal de la temporada, el último fin de semana largo de año encuentra a Miramar con gran cantidad de turistas. Este fenómeno se ha repetido a lo largo del año en los diferentes recesos de estas características así como en varios fines de semana cortos donde la ciudad recibió a muchos visitantes ya sea por eventos específicos o por turistas de ciudades cercanas que decidieron darse una vuelta por Miramar.
De cara al verano, muchos comerciantes tienen con una mirada positiva teniendo en cuenta diferentes factores que permiten entender que Miramar, así como el resto de la costa atlántica argentina, contará con una importante afluencia de veraneantes.
“La situación cambiaria nos beneficia, pero tenemos que seguir trabajando para cuidar a los turistas, que se sientan cómodos y sobre todo que no vean que la ciudad es cara” explicaba un comerciante gastronómico del centro de la ciudad. Este factor se repite en distintos rubros y muchos sostuvieron que “Los precios están acordes con los de otras ciudades, las facturas salen lo mismo que en Capital o son más baratas y seguro que son más ricas” explicó la titular de una clásica panadería de Miramar.
Sabiendo que los turistas han adoptado otras modalidades y los tiempos de descanso son más breves, la imagen de quienes se quedaban la temporada o un mes quedó en el pasado y los empresarios locales han tenido que adaptarse a esta situación, desde una inmobiliaria nos informaban “Al principio nos costó mucho que los propietarios se den cuenta que debían alquilar por semana, porque tenían temor de perder días, así como también tuvimos que insistir en que se mejoraran los servicios y comodidades que se le ofrecen a los turistas, pero en los últimos años se ha notado que mejoraron sus ofertas y hoy sabemos que se encuentra una amplia gama de propiedades en alquiler”.
Mucha gente y pocos gastos fue la constante en nuestro diálogo con los dueños de los negocios de la peatonal. El tiempo será el juez que dicte la certeza de estas aseveraciones.
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