Nuevamente el trabajo del Museo de Miramar da a conocer importantes descubrimientos
El Museo Municipal Punta Hermengo dio a conocer el hallazgo de un extraño fósil atribuido a un escarabajo que vivió en la región hace unos 10 mil años antes del presente.
El peculiar hallazgo, ocurrió en forma accidental, cuando un equipo dirigido por el museólogo Daniel Boh en noviembre de 2002, se encontraban extrayendo los restos fósiles de un cráneo con su mandíbula, atribuidos a un gran perezoso gigante llamado Scelidotherium, en los afloramientos geológicos que se hallan al sur del muelle de pescadores de la ciudad.
En esa oportunidad, un trozo del sedimento que era separado junto a los restos óseos del megamamífero, se rompió en dos fragmentos, y en ambas partes se divisaron las improntas con detalles muy íntimos de la morfología del escarabajo.
"Solo se preservó un molde de la estructura original, ya que los sedimentos portadores de fósiles de la región pampeana no conservan los restos blandos", sostuvo Daniel Boh, titular del Museo miramarense, y agregó - "la posibilidad de encontrar restos de este tipo, son muy escasos debido a su inusual preservación, y aporta información sobre el ambiente y el clima de los últimos 10 mil años". Argumento.
La extraña impronta permaneció guardada durante mucho tiempo, debido a la falta de antecedentes similares para su apropiada identificación. Recién en 2012, Mariano Magnussen Saffer, accedió a realizar un estudio comparativo con organismos vivientes y se pudo saber que el escarabajo que vivió hace unos 10 mil años, aun tiene representantes en la actualidad. El material estudiado fue identificado como perteneciente a la familia de escarabajos Tenebrionidae, del genero Scotobius s.p
Los tenebriónidos (Tenebrionidae) en la actualidad son una de las grandes familias de coleópteros, con unas 20.000 especies descritas, viviendo especialmente en diversos ambientes esteparios y desérticos. Son básicamente detritívoros, es decir, generalmente se alimentan de sólidos permanentes, que provienen de la descomposición de fuentes orgánicas (vegetales y animales), lo cual indicaría la presencia del escarabajo fósil Scotobius s.p, hallado en la ciudad de Miramar, a centímetros de los restos oseos del perezoso gigante Scelidotherium.
Posiblemente, este pequeño escarabajo se estaba alimentando de los restos orgánicos luego de la descomposición del cráneo hallado, como cuero y tendones sobre el hueso, y por motivos que no sabemos, murió junto a su fuente de alimento y se preservó extraordinariamente durante los últimos 10 mil años, guardando detalles muy íntimos de su morfología, aunque es solo una especulación, señalo la fuente.
Los fósiles de insectos del Cuaternario (últimos dos millones de años) son en su mayoría muy escasos en el mundo, pero los pocos reconocidos son perfectamente adjudicables a especies actuales y prácticamente no se conocen extinciones o especiaciones durante este período, pero sí grandes cambios en la distribución geográfica de muchas especies en consonancia con los cambios climáticos.
El fósil del escarabajo milenario Scotobius se encuentra exhibido desde hace unos días en la sala de paleontología regional del museo de Miramar, junto a los restos óseos de grandes criaturas que vivieron en los últimos 3 millones de años, con mastodontes, tigres dientes de sable, varias especies de perezosos y armadillos gigantes, que hacen imposible de creer que estas raras criaturas alguna vez vagaron por nuestros suelos, pueden acceder a más in formación, por medio del sitio Web del museo.
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